dimecres, 15 de juny del 2011

15 DE JUNIO, PARLAMENT DE CATALUNYA, SETMANA TRÀGICA?

El 24 de septiembre de 1893 un anarquista atentó contra el general Martínez Campos, Capitán general de Catalunya y dirigente del país; el 7 de noviembre de 1893, Santiago Salvador Franch, lanzó una bomba en el interior del Teatro del Liceo, causando 20 muertos. El 7 de junio de 1896, el anarquista Tomás Ascheri hizo explotar una bomba en la procesión de Corpus, con un resultado de seis muertos.
El 1909 se producía la Setmana Tràgica, en Barcelona, el reclutamiento en las clases humildes provoco la reacción, un levantamiento popular en la ciudad, que canalizó la ira y frustración de la clase obrera por su situación marginal. Entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909 los sublevados levantaron barricadas y se dedicaron a la quema de iglesias y conventos.
El 1 de noviembre de 1910 se celebró en Barcelona un congreso obrero que supuso la unificación de anarquistas y sindicalistas, naciendo la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La fuerza de la CNT pudo constatarse en la huelga de La Canadiense (como era conocida la empresa eléctrica Barcelona Traction Light & Power), motivada por el despido de varios obreros únicamente por estar sindicados. El 5 de febrero de 1919 se declaró la huelga del ramo de gas y electricidad, quedando Barcelona a oscuras y paralizando la actividad industrial. El ejército intervino reanudando el suministro, con lo que la huelga se generalizó. Se declaró el estado de guerra, siendo detenidos 3.000 huelguistas. El conflicto continuó, hasta que el 14 de abril se llegó a un acuerdo en el que, entre otras cosas, el gobierno aceptó la jornada laboral de ocho horas. Sin embargo, la patronal, descontenta, realizó un cierre de doce días, que afectó a cien mil obreros que quedaron en paro. Desde entonces se exasperó el enfrentamiento entre obreros y empresarios, iniciando una serie de atentados y asesinatos que llevaron el terror a las calles. En poco tiempo hubo 230 muertes violentas en Barcelona, entre ellos el abogado sindicalista Francesc Layret y el dirigente anarquista Salvador Seguí.

Y así, históricamente hemos tenido que ganar nuestros derechos, a sangre y fuego, hasta que los poderosos vieron que era agotador tener que luchar continuamente por mantener sus privilegios e idearon una solución, que el pueblo participe, o al menos que crea que participa, de su gobierno. “Que puedan elegir sus representantes”, en los principios, empezaron a participar líderes sindicales, profesores, obreros, gente que venía de esos estratos sociales y sabia de donde procedia y a quien representaba. Está claro que siempre hay aprovechados, que quieren tomar ventaja de su situación para acumular influencia y su meta final, el dinero. La avaricia es un rasgo inherente a lo humano, pero el altruismo también. Poco a poco, estos nuevos representantes fueron siendo asimilados, fagotizados e incorporados a esta clase dirigente, voluntaria o involuntariamente. Hasta llegar a hoy en día, donde los políticos se han convertido en una Aristocracia, en el sentido más Ateniense de la palabra, unos pocos y falsos Aristos, que se han ganado este titulo por herencia, quizás no genética, pero igual que los escaños obtenidos por los caciques, los cuales pasaban muchas veces de generación en generación.
Aun me rio el día que hablé con un chico que optaba a liderar las Juventudes de cierto partido, “quiero cambiar la manera de hacer” “no puede ser que los políticos sean tan ajenos a la gente” … entonces le comente, que como llegaban a las cúpulas de los partidos sus dirigentes, si tienes suerte i eres hijo de o sobrino de tal, quizás llegues antes, pero para llegar tendrás que enfrascarte en una guerra de desprestigios y empujones de gente que se supone que rema hacia el mismo fin, el bien de la gente. Pero esto es una autentica carrera por llegar a la meta, y para llegar tendrás que pedir favores, favores de gente importante, con dinero y poder, y cuando por fin hayas llegado, y digas: “ahora voy a cambiarlo todo”, ha estos poderosos no les hará ni pizca de gracia que cambies lo que a ellos les va tan bien, y te recordaran su apoyo, y te recordaran que lo que dan también lo quitan, como Dios, como Dioses que en vez de empuñar un rayo, un cetro, empuñan las vidas de millones de vidas con el caduceo del dinero.
Hoy he visto al President de la Generalitat, con su actitud de siempre, prepotente y desafiante, decir que los que no habían dejado entrar a los diputados en el Parlament de Catalunya se atuvieran a las consecuencias, que no se podía coaccionar a los elegidos democráticamente por Catalunya. Disculpe, pero solo le han elegido un 22% de los catalanes. Dice también que prefiere una democracia imperfecta a esa gente, está claro, prefiero seguir cobrando y teniendo la influencia que tengo a reducir mi poder. I después el genial Conseller de Interior, Felip Puig, justificando, con una xuleria indigna de su cargo, la carga contra el movimiento de los Indignados de Plaça Catalunya.

Se está tensando la cuerda, aun quedan años de recortes i crisis, y cada vez se sumaran más, más desesperados, más acorralados, más presionados… Si quieren proteger la democracia de verdad, que empiecen a escuchar, por que se están radicalizando los movimientos, y acabará mandando la opción más radical, no mediante un golpe, una revolución, no. Será mediante votos, por que los jóvenes de hoy dejaran de creer en el sistema hoy, para radicalizarlo mañana. Y es curioso, pero históricamente, en momentos como estos es la postura más extrema la de la “derecha” la que florece.

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